martes, 21 de noviembre de 2017

Alias Grace: artista del engaño

Grace es la protagonista de otro potente drama histórico, el cual se ancla en el realismo y en ejuiciar las bases de una sociedad patriarcal. No está a la altura de “The Handmaid`s tale”, pero si enganchaste con ésta, la propuesta de Grace te gustará igual porque es más que una serie de mujeres, es una historia de maltratos contada por una artista del engaño, pero eso nadie lo sospecha al mirar los ojos de la desdichada protagonista.

No es casualidad que “The Handmaid’s tale” sea una de las series más reveladoras del año. Además de sus méritos técnicos y actorales, fue importante por la dura crítica feminista que destapó. Pero Margaret Atwood, autora d ela novela, tenía otro as bajo la manga, el cual se enfocaba en el género de ficción histórica. En “Alias Grace”, Atwood narra el caso real de Grace Marks, una inmigrante irlandesa que llegó a Canadá en el siglo XIX y que, a los 16 años, fue condenada y encarcelada por el asesinato del ama de llaves de la casa en la que trabajaba como criada, una diferente a las de “The Handmaid’s tale”, pero cuya vida también estaba marcada por las carencias. Con todo esto, habrá quien piense que es otra serie feminista utilizada como vehículo de denuncia, pero la propuesta se evade de los discursos y deja que los personajes hablen por sí mismos, siendo ese un punto extraordinariamente logrado, porque es ahí donde el personaje principal ejerce un efecto casi de hechizo.
Son seis episodios, los que se podrían dividir en dos partes: los cuatro primeros, donde Grace cuenta su vida, y los dos últimos, en donde la serie da un vuelco y se transforma en un thriller que va mostrando sus capas, gracias a una estructura flexible. De esta forma, se afinó muy bien la ambigüedad del relato de la asesina, logrando que la pregunta típica de si es inocente o culpable se vuelva entretenida, un puzzle, y no un accidente.

Grace
¿Se dejó arrastrar a los crímenes por el otro empleado de la casa?, ¿O era ella quien manipulaba los acontecimientos?.
Grace es un gran personaje, súper complejo, con una personalidad llena de capas que se irán develando. Sarah Gadon captura todos los matices de su personaje y su narración es tan magnética que consigue transmitir toda la manipulación que requiere la construcción de la historia. Otro punto logrado son las escenas con el Dr. Jordan, las que nos hacen la pregunta constante de sí puede haber alguna química amorosa entre ambos; esos momentos son necesarios para mostrarnos  la clase de mujer que la sociedad de la época pudo moldear. Reitero que la miniserie gana en los dos últimos capítulos, que pasan de ser una descripción del papel a ser un thriller, porque ahí es cuándo empieza a apostar sobre la inocencia o culpabilidad de Grace.
Sarah Gadon, al contrario del insulso papel que tuvo en “22-11-63”, se desdobla en habilidades, hipnotizando con su mirada entre inocente y malvada. Por otro lado, muy bien estuvo Anna Paquin, en su mejor interpretación tras “True Blood”.



Otros puntos fuertes:
  • Rebecca Liddiard (Mary Whitney). Es un personaje vital en la vida de Grace porque la inspiró y significó su despertar a muchas realidades. Sus escenas juntas son notables.
  • El reparto. Destacan el director David Cronemberg, como el Reverendo Verringer; Edward Holcroft como el Dr. Jordan; Anna Paquin, como Nancy y Zachary Levy, como Jeremiah.
  • Los seis episodios fueron dirigidos por Mary Harron. (“American Psycho”), quien además fue productora y trabajó codo a codo con la adaptadora. Visiones femeninas que, finalmente, permitieron la redención del personaje, tal cual quería la autora de la novela.
  • Producción: si bien no tiene los niveles  de “The Handmaid’s tale”, cuenta con momentos muy inspirados y bastante brutales, efecto que se apoya con el montaje.
  • Relato en primera persona: la voz en off nos permite acceder a los pensamientos de Grace, los cuales contradicen, en ocasiones, sus acciones, pero nunca pierde el tono crítico y reflexivo.
  • Femme fatale: podemos concluir que todos los hombres que pasan por la  vida de Grace se enamoran de ella, ya sea por lástima, por su pasado o por su presente. Inocente o culpable, Grace era tan fuerte y mental que terminaba siendo una advertencia contra los hombres, porque por toda su historia era incapaz de enamorarse de ninguno. 




Una serie muy cerebral, un retrato de época fiel, un relato personal extremadamente agudo. En seis episodios, encontrar velocidad narrativa, reflexión y actuaciones que dan en el tono, no es fácil, sumámdose a la lista de grandes producciones realizadas este año. Incluso, esto nos hace olvidar que, para variar, no quede claro si Grace es la asesina, más bien, el guion la deja como una femme fatale con apariencia de desdichada, totalmente hipnótica. La historia es fascinante y es un gran true crime, de los mejores vistos en años.

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