domingo, 10 de septiembre de 2017

Narcos, temporada 3: la apuesta ganadora por un gran comodín

Esta nueva entrega de la serie de Netflix se basó en la frenética persecución entre la policía y los malvados del Cartel de Cali, sin el protagonismo de la figura de Pablo Escobar. ¿Valdrían la pena estos nuevos capítulos?, ¿Podría la serie sobrevivir sin el personaje de Escobar?, la respuesta es sí, porque la tercera temporada fue la reafirmación de que esta propuesta es totalmente adictiva.

Tiroteos, violencia, el bien y el mal, el crimen. Todo eso ya lo vimos en las temporadas anteriores. Entonces ¿Por qué queremos siempre volver a "Narcos"?, simple, por sus personajes.

El principal, o quien fuera el eje sobre quien giró el guion en las sesiones anteriores, ya no está, por lo que había que delinear arcos argumentales potentes para seres más bien desconocidos para el imaginario popular. A partir de esta premisa, la serie mantuvo su estilo narrativo y en lugar de enfocarse en un personaje grande y dominante, construyó pequeñas historias de varios personajes, a quienes siempre puso contra la pared. Santa Cruz, Pacho Herrera, los hermanos Rodríguez Orejuela e incluso sicarios como "Navegante" y el contador Guillermo Pallomari, se repartieron el hilo dramático, aportando con éxito al crecimiento de la ficción; esto lo consiguieron porque fueron personajes bien construidos, con pasta, con verdad. Los guionistas han comprendido el cómo mostrar a un ser maldito, sin escrúpulos, pero añadirle el condimento apropiado para que logre empatizar con la audiencia. Un punto alto de la serie.
Siguiendo con los nuevos personajes, probablemente, Jorge Salcedo fue el hombre clave. Este hombre fue el gran comodín de la temporada para hacer olvidar la figura de Escobar. Salcedo (interpretado por Matías Varela) fue la gran sorpresa gracias a su transformación de jefe de seguridad de los  de Cali,a uno de los delatores principales para la captura de Miguel Rodríguez, dando un giro que alejó  a la serie de tantas otras ficciones de capos de la droga que terminaban con sus nombre casi que en un altar. Lo importante en "Narcos" no fue elevar a una figura en particular, sino exponer el negocio de la droga como el gran huracán que despedazó una sociedad.
Otro rasgo a destacar del guion, es la manera en que construyó el in crescendo de la violencia, lo que permitió identificar claramente dos momentos: una primera mitad donde reina el suspenso y se logra tensión, y una segunda en la que la intensidad de los acontecimientos alcanza su pick y nos muestra escenas brutales. Durante los últimos cuatro episodios se producen una serie de ingeniosos giros que desembocaron en situaciones sorprendentes. La dirección es magistral y mantuvo el estilo scorseseano de José Padilha (productor ejecutivo y director de buena parte de la primera temporada) que ya se convirtió en sello de la serie.


Lo mejor de esta temporada fue el manejo de la acción y del suspenso. En casi todos los episodios hubo una misión, una captura, algo que se escondía y que ponía a todos contrarreloj. Otro detalles a destacar fue que la mayoría de los personajes, los buenos y los malos, tuvieron su momento de lucimiento. También resaltamos el siempre filmar en exteriores y con buenos baños de sangre; acá no hubo simpatía por quienes no gustan de ver escenas extremadamente violentas. Punto a favor, también, para su banda sonora, llena de cumbias, vallenatos y salsas.
¿Lo malo? No hubo presencia femenina potente. Y lo otro, es que esta temporada siguió zafando de la historia verídica y ficcionó una gran cantidad de datos y acontecimientos. Este punto puede ser la señal de que, de cara a la cuarta temporada, la serie planteará un vuelo propio.


En el resumen de esta tercera parte, "Narcos" siguió respondiendo a gran nivel. Es una serie para verla en maratón, porque no te cansa, te atrapa, gracias al ritmo inquietante que plantea. La historia del cartel de Cali era poco conocida, por lo que recién ahora puede haber mucho espacio para crecer. No imagino la serie sin esa base, porque tampoco veo otra temporada con el mismo concepto de guerrilla y el mito del Robin Hood paisa. Pero "Narcos" nunca nos prometió eso tampoco, y si lo hizo en algún momento, ya puede zafarse de las metáforas, pues  su compromiso artístico y narrativo ya la posicionan como una de las mejores propuestas del streaming.

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