El Gobierno de Estados Unidos se hartó de los Vengadores y
quiere cortar sus alas; es el precio de los conflictos contra Ultrón, los
Chitauri y demases. La propuesta de que los Vengadores estén bajo supervisión
no convence al Capitán América, quien no firma los Acuerdos de
Sokovia. Esto desencadenará la fractura entre los que le apoyan y los que
están del lado de Tony Stark.
Más que guerra y grandes batallas hay en Capitán América:
Civil War, la nueva película dentro de la extensa saga de Marvel y que nos
mostraba dos bandos: el de Capitán América junto a Falcon (Anthony
Mackie), Ojo de Halcón (Jeremy Renner), Ant-Man (Paul Rudd), Winter Soldier
(Sebastian Stan), Sharon Carter (Emily VanCamp) y la Bruja Escarlata (Elisabeth
Olsen). Y el de Iron Man, formado por Viuda Negra (Scarlett
Johansson), Visión (Paul Bettany), War Machine (Don Cheadle), Spider-Man (Tom
Holland) y Pantera Negra (Chadwick Boseman).
La película, que vuelven a dirigir los hermanos Russo,
responsables de la excelente “El Soldado del Invierno”, se presentó como una
historia más compleja del héroe americano, pero tan fluida como su antecesora.
Luego de ver la cinta me queda claro el por qué aún no se confirma Iron Man
4, porque este film fueron 2 películas en una.
Civil War concilió, en sus entretenidísimos y excesivos 147
minutos, todos los intereses de esta gigantesca franquicia Marvel que ya ejerce
como sello de nuestra contemporaneidad. Es un film vitalista, excitante, del
género clásico y que presenta aristas propias del western o del cine de espionaje. Lo hace sin confundirse,
sin cansar narrativamente, como una máquina muy engrasada, mostrándole al mundo
que, tal vez, con esta película Marvel afianza su momento de gloria creativa y
buen trabajo dramático.
Capitán América: Civil War se nota más grande, más madura, y
esto no va en detrimento de la diversión. Está muy presente el debate ético y
las ideologías, las que no anulan el desarrollo de la trama. Hay un fluido
manejo del drama y de narración cinematográfica, que se grafica en la
conciliación del idealismo de Steve Rogers vs la atormentada practicidad de
Tony Stark, dos tipos que tienen razón pero que, como en todo periodo de
crisis, llegan a un punto de fractura en el que la guerra es inevitable. Sin
embargo, Capitán América: Civil War, a diferencia de Batman vs
Superman, no se ahoga reflexionando, sino que simplemente va deshaciendo nudos
y atando otros nuevos, dejando un nuevo universo completamente abierto por
delante para la amplia gama de caracteres que tuvieron minutos de acción.
LO MEJOR
Las batallas
La película no pierde ni por un segundo su potencial de
maquinaria de acción. Desde la primera escena los hermanos Russo nos dan en el
gusto de ver a los Vengadores trabajando en equipo, cada uno haciendo gala de
sus habilidades y conjugando sus puñetazos, patadas, vuelos y explosiones.
Spider-Man y Pantera Negra
Si recordamos el final de “Vengadores: La era de Ultrón”, Thor
y Hulk no iban a estar en "Capitán América: Civil War". Dos ausencias
importantes que podrían haber supuesto una baja en la calidad de la producción.
Sin embargo, en ningún momento se les extraño y gran parte de la culpa la
tienen dos nuevas incorporaciones: Spider-Man y Pantera Negra.
La participación del Hombre Araña (Tom Holland) no
tiene peso en la trama. Sin embargo, Marvel quiso presentarnos ya a Spider-Man
(que tendrá su película en 2017) para ir conociéndolo. Últimamente Spidey no ha
tenido suerte en el cine, pero bastó verlo en su casa, con ese aire de
adolescente alocado para saber que Tom Holland nos iba a presentar un gran
personaje. Cuando lo vimos en acción el personaje mejora en un 100%,
logrando otra dimensión. Es carismático y lo combina muy bien con ese aire
torpe. Todo un acierto. En el caso de Pantera Negra, el personaje tiene
más peso. Se une a la trama de forma coherente y juega un papel bastante
importante para un recién llegado (papel que veremos ampliado en su película
en 2018).
Chris Evans y Robert Downey Jr.
La película se sostiene sobre la vulnerabilidad de estos
superhéroes. Y el guion logra sacar a la superficie a los que están bajo la
máscara. Vemos a un Tony Stark más serio, diferente, y a un Steve
Rogers que logra ser el alma de la cinta. Se nota un crecimiento en ambos
actores a la hora de comprender a sus personajes, con y sin traje, y según el
contexto del film que les toca protagonizar.
El humor
A pesar de ser, seguramente, la película más seria de
Marvel, el humor no podía quedar fuera. En las dos horas y media de metraje
pude reír, hicieron muchas bromas o simples comentarios inocentes, como
los de Peter Parker (y de seguro los fans de 'Star Wars' ya lo aman). Pero si
hay un personaje que hace reír por encima del resto es Ant-Man/Scott Lang
(Paul Ruud). Como ya lo vimos en su filme en solitario, el Hombre Hormiga es
la diversión personificada. Su forma distendida de actuar y afrontar
las situaciones es asombrosa.
PUNTOS BAJOS
El villano
En una película en la que el conflicto nace del interior,
sin necesidad de agitar aguas desde fuera, la presencia de un villano podría
estar demás. Pero si decides meterlo en el guion, dale algo de fuerza. Zemo (Daniel
Brühl) fue un personaje sin carisma, al que le faltó contundencia y daba
la impresión que su motivo para crear el caos era inconexo con el debate moral
de Capitán América/Iron Man.
La batalla final
El enfrentamiento entre Tony y Steve no fue lo rudo que se merecía,
y esto no permitió dar un correcto cierre a la historia. Después de tanta
pugna, todo quedó (al parecer) en una separación temporal. Le faltó dramatismo a
ese final, que se notara que esa escisión en los Vengadores era profunda, no era
una batalla más….Tony descubrió cómo fue el asesinato de sus padres y las implicancias
del Capitán América en estoa….era para mucho más. Seguramente los Russo
recibieron alguna orden de más arriba, pero hubiera sido increíble la muerte de
uno de los personajes…¿mucho pedir? Tal vez, pero es necesario no temerle a
esta posibilidad.
Personajes secundarios mal aprovechados
En una avalancha de nuevos rostros, hubo algunos que se
desperdiciaron. No había tanta historia para todos. En ese contexto, me habría
gustado más protagonismo para Emily VanCamp (Sharon Carter), Martin Freeman y Crossbones.
En resumen, Capitán América:Civil War fue un fascinante guión que dispuso de
una extensa galería de personajes utilizados para crear una historia dramática
convincente, que derrochó madurez y que a simple vista es más significativa que
el resto que nos ha mostrado Marvel. Es equilibrada, carece de tiempos muertos
y sostiene un tono duro pero a la vez jovial. Hubo una buena combinación para los dos grandes arcos narrativos (Capitán
América/Soldado del Invierno y la Guerra Civil) soportados por otros conflictos
pertenecientes a esta docena de personajes, todos ellos, a estas alturas,
perfectamente definidos. Civil War es un punto de inflexión en la historia de
Marvel, el que construye, de esta forma,
su película más compleja y dramática, con un final que sólo parece
darle más oxígeno al universo Marvel.
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