jueves, 18 de febrero de 2016

Deadpool: la bestia más graciosa del verano

Cuando ya no nos pueden ofrecer más alternativas relativas a los superhéroes, aparece uno distinto y muy singular. Fox logró desmarcarse, en el caso de “Deadpool”, de Warner y Disney con una promoción fresca y estimulante para una cinta que casi no se hace (pero cuya secuela ya tiene luz verde). 


Sin ninguna expectativa más que ver al bicho raro de turno en una tarde de verano, nos enfrentamos a “Deadpool” y me queda claro el porqué de su enorme éxito;es un film brutalmente divertido, que sabe aprovechar los puntos fuertes de un sorprendente Ryan Reynolds.
“Deadpool” se revela como una burla. A ratos es bien obscena y sucia, pero se alza como lo más divertido que hemos visto dentro de este mundillo llamado superhéroes. Si usted soltó una sola risa con “Green Lentern”, por ejemplo, le aviso que “Deadpool” está varios escalones más arriba en ingenio y locuacidad. 
La gran ventaja con la que contaba ‘Deadpool’ sobre el resto de superhéroes marcadamente comerciales, es que Fox aceptó dar libertad a sus responsables para obtener la calificación R en Estados Unidos (para mayores de 18 años) pero a cambio les permite ser mucho más provocativos. No son pocas las películas que han desaprovechado esto, pero en “Deadpool” apostaron por llevarlo al límite. El resultado es una avalancha de bromas, bastante violencia sin suavizante para los más cautos. No voy a contar la historia pero sí es muy atractivo que este superhéroe sea un terremoto locuaz, casi no respira, por lo que hay avalancha de chistes sobre los “huevos” y otras partes (aunque no todos funcionan). Algunos son muy divertidos -sobre todo los relacionados con la ruptura de la cuarta pared-, otros son muy ocurrentes y la mayoría son divertidos.
¿Quiénes serían los héroes de esta propuesta? son Rhet Reese y Paul Wernick, ya que su guion resulta esencial para establecer el tono necesario para que este festival de excesos sea recibido con beneplácito y no como una simple olla de grillos más o menos simpática. No hay que restarle mérito a Tim Miller, ya que demuestra una pericia notable para sacar partido a su ajustado presupuesto ( 58 millones) en el diseño de producción.


¿Dónde radica la frescura del film? En la entrega de Ryan Reynolds.

Con este “Deadpool” hasta nos olvidamos de la horrible “X-Men Origins: Wolverine” porque encontró el personaje perfecto para sacar a lucir su carisma, el que muchos pensaban que ya se había ido. Él es quien lleva todo el peso, quien consigue mejorar los chistes. Además, se percibe el entusiasmo del actor por el lado políticamente incorrecto de “Deadpool”, haciendo justicia a una estupenda campaña promocional, fresca y rutilante, en lugar de esforzarse en una más bien ridícula, para luego darnos un espanto de película, como sucedió con “Zoolander”.

Como film veraniego, juguetón y poco serio, podemos decir que “Deadpool” trastoca la fórmula típica, añadiendo diversión muy adulta. Es una película de superhéroes pero dirigida a los malillos de la clase, a esos que se sientan en el último asiento de la sala y le lanzan bolas de papel a los mateos del curso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario